No es infrecuente que los atletas pierdan de 1,5 a 3 kg de agua (es decir aproximadamente 1,51 a 31 de agua) durante la actividad física en un periodo de 1 1/2 h a 2 horas. El amplio intervalo de la pérdida es atribuible a variaciones de la temperatura ambiental, la humedad relativa, la duración del ejercicio, la vestimenta de los atletas y la intensidad de la actividad. Por ejemplo, en una sesión de práctica no demasiado exigente, los jugadores de fútbol norteamericano pueden perder un promedio de 2, 51 de agua, en un día caluroso, algunos jugadores pueden perder hasta 101 de agua. Para un jugador que peso 90 kg, representaría una pérdida del 10 % de su peso! En este caso, la salud puede estar en serio peligro, pues una pérdida de agua de apenas 3% del peso corporal total puede disminuir notablemente el rendimiento en los ejercicios y provocar deshidratación debida al calor.
La diferencia entre la perdida de agua versus la perdida de grasa.
El agua carece de valor calórico;en consecuencia, beber agua en grandes cantidades no origina obesidad. La perdida de agua tampoco desempeña ningún papel, es la perdida de grasa corporal lo que buscamos para perder peso. Por lo tanto, es injustificado originar deliberadamente una perdida excesiva de agua mediante la transpiración para perder peso. Esa practica, es muy riesgosa, las personas que se arropan con trajes especiales para sudar (chaquetas de goma y otras vestimentas similares) en días caluroso corren el riesgo de experimentar una grave enfermedad debida al calor, y otros problemas de salud. Pueden creer que estar "derriten" kilos, pero esa circunstancia nada tiene que ver con una verdadera perdida de peso. Esta ultima es la perdida de grasa corporal, y la grasa corporal no se derrite.